22 de mayo de 2009

Cataratas

Posted by Orlando Quevedo On 15:48 Sin Comentarios


¿Qué es?
Las cataratas constituyen las principales causas de deterioro visual en todo el mundo. Más de un 70% de los sujetos mayores de 80 años la padecen.
La catarata se define como una opacidad del cristalino que reduce progresivamente la visión, y es la causa más frecuente de pérdida visual reversible en los países desarrollados. Suelen ser bilaterales, aunque de desarrollo asimétrico.
El cristalino es una lente ocular biconvexa, transparente y clara, carente de vasos y nervios, que consta de una cápsula, una corteza y un núcleo, formados por fibras y epitelio. Está situado detrás de la pupila, y tiene como función enfocar la imagen, la luz, sobre la retina. El cristalino tiene que estar transparente para que la retina pueda recibir una imagen clara. Si el cristalino está nublado por una catarata la imagen será borrosa.
A groso modo, las cataratas se clasifican en tres tipos:
Inmaduras o incipientes: el cristalino mantiene áreas claras aún.
Maduras: el cristalino está totalmente opaco.
Hipermaduras: la catarata tiene una superficie líquida que se filtra a través de la cápsula y puede causar inflamación de otras estructuras oculares.
Cómo se produce
Se han descrito varios factores de riesgo asociados a la aparición de cataratas: ingesta inadecuada de vitaminas (déficit de vitamina A, ácido fólico), exposición prolongada a la luz, el tabaquismo, el consumo de alcohol, el uso de esteroides a largo plazo y la diabetes mellitus. Sin embargo, el factor de riesgo asociado más importante es la edad avanzada, siendo la forma senil degenerativa el tipo más frecuente.
Las cataratas se producen con más rapidez en los enfermos con antecedentes de traumatismos oculares, uveítis o diabetes mellitus.
También pueden obedecer a enfermedades genéticas como la distrofia miotónica, la neurofibromatosis tipo 2 y la galactosemia.
Otras causas son las hereditarias (síndrome de Down, Síndrome de Turner), o debidas a infecciones intrauterinas (rubéola, toxoplasmosis).
En resumen, se puede producir una pérdida de transparencia del cristalino por degeneración de la cápsula y/o fibras cristalinianas, en todos aquellos procesos que alteren la permeabilidad capsular, como son:
Alteraciones del pH del medio.
Patologías dermatológicas, como esclerodermia, eccema atópico, etc.
Agentes físicos, como traumatismo, contusiones, calor, frío, electricidad, radiaciones.
Procesos metabólicos generales, como diabetes, hipertiroidismo, hipocalcemia, galactosemia, hipoparatiroidismo o pseudohipoparatiroidismo.
Procesos tóxicos, como exposición a metales (talio, plata, hierro), o debido a fármacos (corticoides, clorpormacina, mióticos).
Por envejecimiento, siendo el mecanismo más frecuente.
Sintomatología
Generalmente se produce una disminución progresiva de la agudeza visual, sin dolor, ni inflamación, que mejora en los ambientes poco iluminados o tras instilar unas gotas con capacidad de dilatar la pupila, y empeora en ambientes muy iluminados.
También puede aparecer una mayor sensibilidad al resplandor, o al contraste e intensidad de los colores, se deslumbra con mayor facilidad, incluso el paciente puede referir ver halos alrededor de las luces, o una visión borrosa o doble de un ojo.
A veces, también simula una mejoría temporal de la visión cercana, pudiendo incluso el paciente abandonar sus gafas de cerca, o necesitar de la graduación frecuente de la agudeza visual.
Diagnóstico
Lo primero es, como en cualquier otra enfermedad, hacer una detallada historia clínica, investigando desde cuando siente la perdida de visión, con que ambientes empeora, etc.
Para su diagnóstico en una consulta general, puede ser suficiente el empleo del oftalmoscopio (instrumento utilizado para visualizar la parte interior del ojo).
Las cataratas se pueden reconocer por el reflejo rojo alterado del fondo de ojo al examinarlo con el oftalmoscopio, o bien por el estudio con lámpara de hendidura del ojo dilatado, que permite ubicar la opacidad dentro del cristalino.
Otros exámenes que pueden realizarse, en raras ocasiones son:
Prueba del brillo.
Examen de sensibilidad de contraste.
Examen de visión potencial.
Microscopia fotográfica especular como preparación para la cirugía de cataratas.
Siempre, se explorará la totalidad del ojo para poder dar un pronóstico, y descartar otros tipos de lesiones oculares, que estén también comprometiendo los resultados funcionales.
Tratamiento
El tratamiento dependerá de cuanto esté la visión de borrosa, y en que grado afecta al estilo de vida del paciente, dicha pérdida visual. En casos leves de cataratas, unas gafas correctoras podrían ayudar temporalmente.
No obstante, cuando ya se ve interferidas las actividades habituales del paciente por la perdida visual, es recomendable decidir cirugía. Este es el único tratamiento posible de las cataratas, y consiste en la extirpación quirúrgica del cristalino opacificado.
Existen básicamente dos técnicas:
Aspirar la catarata, dejando la cápsula del cristalino intacta: extracción extracapsular de la catarata.
Retirar todo el cristalino junto con la cápsula: extracción intracapsular de la catarata.
La segunda técnica prácticamente está en desuso actualmente, realizándose la primera, tras la cual se coloca una lente intraocular de plástico o silicona en la cámara posterior de la cápsula del cristalino evacuada, sustituyendo a la lente natural. Precisaría de una corrección posterior con gafas para cerca.
Una técnica extracapsular empleada para la cirugía de cataratas es la facoemulsificación, que consiste en fragmentar el cristalino y posteriormente aspirarlo dentro del ojo, dejando la cápsula posterior intacta, sobre la que se coloca una lente intraocular. Junto a la anterior, son las técnicas quirúrgicas de elección para el tratamiento de la catarata.
Normalmente la extracción de cataratas es una intervención quirúrgica segura y rápida (suele completarse en menos de una hora bajo anestesia local o tópica), que permite que el enfermo vuelva a su domicilio en el mismo día de la intervención. Reporta un gran porcentaje de éxitos, dado que casi el 90% de los pacientes recuperan una buena visión. Es aconsejable, sobre todo en los ancianos, que los días posteriores a la intervención estén acompañados en su domicilio.
En personas que tienen cataratas en ambos ojos, no se practicará la cirugía de ambos ojos al mismo tiempo, sino que se tratará el segundo después de que haya sanado el primero.
Las posibles complicaciones que pueden surgir por la operación son:
Complicaciones intraoperatorias: ruptura de la cápsula posterior, una posible hemorragia o inflamación en el ojo, etc.
Complicaciones postoperatorias: infección aguda del ojo, opacificación de la cápsula posterior que puede ser tratada con láser, predisposición al desprendimiento de retina, etc.
En ocasiones el paciente después de la cirugía debe tomar medicamentos orales o ponerse gotas oftalmológicas, lo cual será recomendado por el medico según los casos. También tendrá que proteger el ojo usando gafas durante el día y un protector en la noche. Además tampoco es recomendable que cargue peso, y debe evitar doblar el cuerpo, o frotarse el ojo.
Medidas preventivas
El consumo de alimentos ricos en antioxidantes (vitamina C, E y carotenos), así como la riboflavina y la niacina, reducen la prevalencia de cataratas en el anciano.
También la adecuada profilaxis de infecciones durante el embarazo (evitar contacto con animales, vacunación antirubeola), reduce el número de cataratas congénitas.
Por otra parte, se recomienda un uso controlado de los medicamentos, y evitar fumar, así como no abusar del alcohol. El uso de gafas de sol, o protección frente a los rayos ultravioletas, también ayuda a prevenir la aparición de cataratas debidas a estos mecanismos.
Orlando Quevedo

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