Ay... me duele la barriga!
Voy a preguntarle a mi mamá qué me puedo tomar para calmar el dolor. ¿Le suena familiar esta situación? Y es que, ante las primeras señales de gripe o dolor de estómago, lo primero que se hace es acudir al botiquín casero, para intentar terminar con los síntomas de la enfermedad.
Los consejos de la vecina, la amiga o la abuela parecen ser suficiente para tratar cualquier problema de salud. “A mí me cayó muy bien”, “¿Por qué no te tomas esto?”, “Pregúntale al farmacéutico”.
Según indica el doctor Luis Villasana, adjunto al Servicio de Toxicología de la Ciudad Hospitalaria “Dr. Enrique Tejera” (CHET), 70 por ciento de las patologías son de origen viral, es decir, que se autorregulan en cuatro o cinco días, por lo que la persona no necesita ninguna medicación, sino reposo y tomar mucho líquido, pero la gran mayoría prefiere ingerir cualquier cosa para eliminar los síntomas.
La automedicación, o la ingesta de medicinas por iniciativa propia sin que haya diagnóstico u orden médica, representa un peligro, pero la población no parece estar muy consciente de las graves consecuencias.
- En ningún caso es aceptable la automedicación, ya que, cuando menos se espera, puede provocar reacciones adversas como alergias, intoxicaciones, daños renales o hepáticos, resistencia a medicamentos o la muerte.
Villasana se refiere al caso de un niño de 3 años con dolor estomacal. Una vecina le recomendó a la mamá suministrarle una pastilla efervescente completa y la dosis fue mortal.
-Las personas suelen automedicarse frecuentemente ante síntomas gripales, dolores estomacales o acidez, cólicos abdominales o menstruales, aseguró.
Sin receta, por favor
Cada persona es diferente, y su respuesta a un medicamento también lo es. Cuando se recurre a la automedicación, no se sabe por cuánto tiempo se debe consumir un fármaco, cómo debe hacerse y en qué cantidad.
Aclara el doctor Villasana que los medicamentos tienen una dosis terapéutica que se debe ajustar al peso, talla, ocupación, estado nutricional y sexo del individuo. Además, para hacer la prescripción se debe considerar si la persona sufre de alguna patología, conocer si toma otro medicamento o si es alérgico a determinado principio activo.
“Hay personas que toman cócteles para ‘curar una gripe’, y eso es seriamente peligroso, porque puede haber interacción entre ellos, generando riesgos como el retraso en el diagnóstico o la potenciación de los efectos secundarios, como vómitos, diarrea, dolor de cabeza o mareos”, agrega el especialista.
En un récipe no debe haber prescripción de más de tres medicamentos, advierte. “Al médico le corresponde estudiar con detenimiento la interacción de un fármaco con otro”.
De uso frecuente
La lista de productos farmacológicos que con más frecuencia se utilizan para la automedicación es extensa.
Entre ellos destacan los antiinflamatorios para dolores de cabeza, analgésicos para cuadros inflamatorios articulares, antibióticos para molestias faríngeas o resfriado común, ansiolíticos para cualquier cuadro ansioso o depresivo, antidiarreicos en episodios de gastroenteritis, y los mucolíticos o antitusivos si son procesos de tos.
También se suman los antigripales, descongestionantes nasales, antipiréticos, antihipertensivos, vitaminas y anticonceptivos orales.
Muchos de los referidos fármacos no sólo se toman sin consulta médica, sino que están al alcance de todos en las farmacias, que cada vez se asemejan más a supermercados.
Para una gripe, ¿antibióticoS?
Cuando alguien necesita antibióticos, se le receta por unos cinco o siete días, pues es el tiempo que duran las infecciones. Pero algunas personas ante el menor síntoma de gripe los consume sin ningún control.
Se ha preguntado ¿qué pasa si se toma un antibiótico cuando no se necesita? El germen hace resistencia y, cuando se quiera atacar una infección grave el suministro de antibióticos, no será efectivo, porque su uso fue constante y descontrolado.
-Cuando esto sucede, explica, se debe cambiar el tratamiento y en algunos casos recetar antibióticos de nueva generación, que resultan más costosos y más largo el tiempo de curación. Alerta con las dietas
En la Ciudad Hospitalaria “Dr. Enrique Tejera” (CHET) se han reportado casos de personas intoxicadas por el uso y abuso de productos para adelgazar.
En la etiqueta reflejan que son “naturales” y “a base de fibras”, pero el Dr. Luis Villasana revela que mediante estudios de laboratorio se han encontrado en estos productos anfetaminas, estimulantes del sistema nervioso central que reducen el apetito.
“Muchos de estos productos no poseen un buen control de calidad y sanitario. Su uso indiscriminado y prolongado produce arritmias, taquicardias o excitación del sistema nervioso”.
Vitaminas o hierbas: ni tan inocuas
Se suele pensar que las vitaminas no hacen daño, pero las A, D, E y K reciben una especial atención, ya que son solubles en grasas y pueden ser almacenadas en el cuerpo, especialmente en el hígado.
Estas vitaminas pueden ser tóxicas si son consumidas en exceso por un tiempo prolongado, ya que producen daños cerebrales como la aparición de edemas. Advierte Villasana que se debe hacer una prescripción precisa para su consumo.
También debe tenerse cuidado con las infusiones con hierbas como poleo, hierbabuena, anís estrellado o malojillo. Según destaca el doctor Villasana, se han reportado muertes de niños y niñas por intoxicaciones con plantas.
“Las personas creen que por ser una planta no va a causar ningún daño”. Pero cuando se preparan estas infusiones, ¿cómo calcular qué cantidad ingerir?
“Hay mamás que hierven un kilo de poleo en un litro de agua y lo dejan consumir hasta que llegue a un cuarto de litro y se lo dan a sus hijos. No saben que esto puede ser mortal, sobre todo en niños menores de 1 año. Mientras más concentrada esté, más tóxica resulta la infusión”.
Entre las plantas más tóxicas están la hierbabuena, el poleo y la menta, que tienen terpeno (sustancia que ataca el riñón), y a la lista se le suma el anís estrellado.
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