4 de mayo de 2009

Aprende a leer un prospecto médico

Posted by Orlando Quevedo On 6:51 Sin Comentarios


En algún momento de nuestra vida, todos tomamos algún medicamento. Indicado por nuestro médico o de venta libre, una hoja se encuentra adjunta con características y datos que son importantes de conocer a la hora de utilizarlo.No siempre le preguntamos a nuestro médico o, en algunos casos al farmacéutico lo que necesitamos saber de un fármaco, y es, en este prospecto, en donde encontraremos muchas de esas respuestas.La responsabilidad para la toma de un medicamento comienza con el médico, al prescribirlo; sigue con el farmacéutico, al venderlo; y concluye contigo, al tomarlo. Tú también eres responsable de tu salud, por eso estos datos te serán de utilidad.

Pasos
1
Ante todo presta suma atención en la Composición del medicamento: Observa la droga principal y la cantidad presente en cada unidad. Esta información te será de mucha utilidad cuando adquieras un medicamento con otro nombre comercial del prescripto por tu médico, además te permitirá conocer la cantidad de medicamento a ingerir, según la dosis que debas tomar. Asimismo fíjate en los excipientes (son los otros compuestos que se utilizan para fabricar la forma farmacéutica del medicamento: comprimido, gragea, jarabe, entre otros), ya que puedes ser alérgico a alguno de ellos.
2
Comprueba y confirma cual es la razón por la cual tu médico te lo ha indicado en el párrafo de Acción terapéutica o Indicaciones.
3
En Posología y Forma de Administración chequea la dosis que debes tomar, la que generalmente varía según la edad y el peso. Aquí encontrarás también, la manera de prepararlo: por ejemplo si es un polvo que debas reconstituir con agua para formar un jarabe. Aquí también podrás fijarte, si lo enuncia, el modo de administración: con agua, cerca o lejos de las comidas, entre otros.
4
Siempre lee las Precauciones o Advertencias. Allí podrás observar si tienes alguna contraindicación para su toma (por ejemplo alguna enfermedad), si puede tomarse durante el embarazo o lactancia, si es posible su toma conjunta con alcohol, o si existe alguna interferencia o interacción con otro medicamento que estuvieras tomando. Desde ya que tu médico, antes de la prescripción, habrá considerado estos aspectos, sin embargo tu mirada atenta aventará tus posibles dudas.
5
Los Efectos secundarios o Reacciones adversas son seguramente la parte más larga del prospecto y la que, generalmente, causa mayor temor. Léela con tu médico o, si correspondiera, con el farmacéutico para comprender cuáles de estos efectos son realmente importantes, y cuál es la probabilidad de tenerlos. No es lo mismo que aparezcan en el 20% de las personas que lo toman que en el 0,01%. Ante la presencia de estas reacciones, en algunas ocasiones se deberá suspender la toma y en otras, no será necesario. Consulta, siempre, con tu médico para asegurarte como actuar.
6
Es importante que los prospectos de los medicamentos que estés tomando se encuentren en un sitio accesible, ya que si hubieras ingerido mayor cantidad, deberás leer el ítem Sobredosificación, en donde encontrarás como proceder de inmediato, y cual es el número telefónico con el que deberás comunicarte para consultar como continuar con la desintoxicación (servicios de Toxicología).
7
Fíjate cómo debe ser conservado tu medicamento: temperatura, humedad y condiciones lumínicas. Cuando debas conservarlo en el refrigerador, presta atención si debes hacerlo en los anaqueles centrales, en la puerta, o en otros sitios del mismo.
8
Por último, en la Forma de presentación, figura la cantidad de comprimidos o de mililitros: esta información será importante para saber cuántos envases debes comprar para cumplir con el tratamiento prescripto por tu médico.
Importante
Léelo con luz apropiada o anteojos de ser necesario, ya que la letra es pequeña y se pueden confundir algunos datos, sobre todo los numéricos.
Nunca guardes si te ha sobrado una cantidad de jarabe o medicamento reconstituido, descártalos luego de haber concluido el tratamiento.La fecha de vencimiento se encuentra, en general, en el envase del medicamento: Figura el mes y el año. Vence el último día del mes indicado.
Siempre debes mantener los medicamentos fuera del alcance de los niños.
Recuerda que ninguna información te será tan útil como la palabra autorizada de tu médico.

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