24 de junio de 2009

Cáncer de estómago

Posted by Orlando Quevedo On 21:33 1 comment


¿Qué es?
Hay diferentes tipos de cáncer que pueden ocurrir en el estomago, y el más común es el adenocarcinoma gástrico. Esta tumoración maligna representa aproximadamente el 90-95% de todas las neoplasias malignas primarias del estómago. Además es la segunda neoplasia maligna del aparato digestivo en cuanto a frecuencia y la primera en lo que respecta a mortalidad.
Pero también existen otras neoplasias del estomago, como son el linfoma gástrico, el tumor carcinoide, los leiomiosarcomas, etc.
En general, es infrecuente antes de los 40 años, siendo el pico de máxima incidencia en la séptima década de la vida. Es más frecuente en los hombres que en las mujeres.
La distribución del cáncer gástrico es muy variable entre los diferentes países, registrándose una mayor incidencia en países como Chile, China, Japón y Colombia.
Si analizamos las lesiones cancerosas gástricas al microscopio, estas pueden dividirse en dos tipos:
Intestinal: con localización preferente en la región del estomago más cercana del intestino. Sus células están mejor diferenciadas, y también tiene mejor pronóstico.
Difuso: peor diferenciado e infiltran más, pudiéndose localizar en cualquier región del estomago.
¿Cómo se produce?
Diversos estudios apoyan la relación entre una alta incidencia de cáncer gástrico y una dieta con elevado consumo de sal, ahumados, salazones y embutidos, y pobre en frutas frescas y verduras, con poco aporte de vitaminas A, C y E y micronutrientes.
También se ha relacionado el cáncer gástrico con la concentración de nitritos en la dieta y en el agua de consumo, y con la exposición a radiaciones.
La hipoacidez gástrica y la contaminación bacteriana de los alimentos de baja calidad, consumidos por las capas más pobres de la población, también favorecen la aparición de cáncer de estómago, y es por ello que es más frecuente en clases socioeconómicas bajas. En este sentido, la refrigeración y la mejor preservación de los alimentos parecen disminuir el riesgo de cáncer gástrico.
Otros factores ambientales como el consumo de alcohol y tabaco, así como el empleo de aditivos y conservantes de los alimentos, también han sido relacionados con el desarrollo de cáncer gástrico, aunque no hay evidencias definitivas. Tampoco se ha demostrado asociación entre la aparición de adenocarcinoma de estómago y el tratamiento crónico con inhibidores de la bomba de protones.
Diversos estudios establecen una relación entre la infección por Helicobacter pylori y el desarrollo posterior de cáncer gástrico, sobre todo de tipo intestinal y localización antral. Generalmente el riesgo relativo de desarrollar cáncer entre los sujetos infectados por el Helicobacter es de tres a seis veces superior con respecto a las personas no infectadas.
Igualmente en el cáncer de estómago se ha observado una cierta agregación familiar, y en los últimos años se han comunicado alteraciones genéticas en algunos casos de adenocarcinoma gástrico. También se ha descrito una mayor frecuencia de este tumor en personas con grupo sanguíneo A y con familiares con este tipo de cáncer.
Por otra parte, están descritas algunas enfermedades o trastornos precursores de este tipo de tumor maligno, como son:
La gastritis crónica atrófica con metaplasia intestinal.
La anemia perniciosa.
La gastrectomía distal.
La enfermedad de Ménetrier.
La hipo y aclorhidria (disminución o ausencia de ácido gástrico).
Los antecedentes de pólipos gástricos adenomatosos.
Sintomatología
La mayor parte de los casos cursa de modo asintomático hasta que el tumor afecta a la capa muscular del estómago, y pasa a ser un tumor gástrico avanzado, lo que retrasa el diagnóstico y tratamiento.
Los síntomas de inicio son variables, inespecíficos y poco intensos. De entre ellos cabe destacar la sensación de incomodidad en la región epigástrica, que ocasionalmente se presenta como dolor (epigastralgia). Más frecuentemente las molestias son de tipo dispéptico o ulceroso, como saciedad precoz, pesadez después de comer, distensión abdominal, sensación de ardor gástrico, náuseas y vómitos.
Otras manifestaciones inespecíficas serían el cansancio generalizado, la perdida de peso y apetito, y a veces el sentir repugnancia para la carne.
A veces, también se presenta como dificultad en tragar, halitosis o vómitos de retención, o incluso mediante un episodio de hemorragia digestiva alta.
En ocasiones, la clínica inicial del paciente se debe no ya al propio tumor, sino a la presencia de metástasis a distancia: ictericia (color amarillo de la piel), dolores óseos, disnea o dificultad al respirar, alteraciones neurológicas, alteraciones hepáticas, presencia de ascitis maligna (acumulación de líquido abdominal), o existencia de síndromes paraneoplásicos (anemia hemolítica, nefropatía, aparición de lesiones dérmicas, etc.).
Diágnostico
Lo primero es realizar una buena anamnesis clínica, haciendo hincapié sobre todo en la clínica digestiva. Se preguntará sobre las digestiones, la presencia de nauseas o vómitos, o por la existencia de un posible cuadro constitucional (perdida de peso, apetito y cansancio generalizado).
En cuanto a la exploración física, es totalmente normal en el cáncer gástrico superficial. En el cáncer de estómago avanzado es habitual encontrarse con un paciente delgado y pálido. Si el tumor se encuentra muy desarrollado se puede apreciar una masa palpable en la región superior del abdomen (epigastrio) en un tercio de los casos, o se puede palpar adenopatías (ganglios aumentados de tamaño) en la axila o región superior de la clavícula, o palpar hepatomegalia (aumento del tamaño del hígado) tumoral, o descubrir ascitis por afectación del peritoneo. También es posible detectar diversas manifestaciones paraneoplásicas como lesiones dermatológicas o tromboflebitis.
Posteriormente, se solicitarán pruebas de imagen, siendo la exploración fundamental para el diagnóstico del cáncer de estómago la endoscopia, que permite la toma de biopsias y citología. La incorporación de un transductor ultrasonográfico de gran resolución en el extremo de endoscopios diseñados especialmente (endosonografía), permite investigar la profundidad de la infiltración en la pared con gran exactitud.
Las determinaciones analíticas habituales son de muy escasa utilidad en el diagnóstico del cáncer gástrico. La alteración más frecuente es una anemia ferropénica con elevación de la VSG (velocidad de sedimentación globular).
También se puede detectar sangre oculta en el análisis de las heces. Por otra parte, los marcadores tumorales tampoco se han mostrado suficientemente eficaces.
Tras el diagnóstico de cáncer gástrico, se hará el estudio de extensión, el cual es importante para poder conocer el estadio, y orientar sobre el pronóstico individual. Para ello se utiliza el TAC de abdomen, y en algunos casos es incluso necesario recurrir a la laparoscopia que permite evaluar la profundidad en la pared y la presencia de adenopatías metastásicas.
Tratamiento
La resección del tumor y de los ganglios linfáticos afectados es el único tratamiento que se considera curativo hoy en día. Excluidos los pacientes en los que por otras circunstancias esté desaconsejada la operación, o aquellos con enfermedad extendida, debe plantearse la cirugía como primera opción terapéutica a todo paciente.
En algunos casos puede practicarse una cirugía paliativa para evitar la obstrucción o la hemorragia secundaria al tumor.
Dada la frecuente progresión local del tumor, aun en casos de cirugía aparentemente curativa, se han desarrollado múltiples tratamientos adyuvantes como la quimioterapia, la radioterapia o las terapias combinadas.
Los resultados publicados indican que la radioterapia intraoperatoria mejora el control local de la enfermedad, pero no aumenta la supervivencia de los pacientes.
En cuanto a la quimioterapia, se han empleado diversas combinaciones de fármacos, pero los resultados son poco alentadores.
A veces, estas dos terapias adyuvantes anteriores pueden ser usadas únicamente como finalidad paliativa, pudiendo aliviar los síntomas derivados del tumor.
Otra posibilidad de tratamiento, de mayor disponibilidad, es la colocación endoscópica de prótesis plásticas o preferentemente metálicas autoexpandibles, que permiten la alimentación oral en los casos de obstrucción gástrica.
Medidas preventivas
Actualmente no se considera justificado en nuestro medio la realización de cribaje rutinario de este tipo de tumor.
Las posibilidades de prevención implica intervenciones de reducir la sal en la dieta, aumentar la toma de frutas frescas y verduras, asegurar la calidad del agua de consumo y mejorar los sistemas de conservación de alimentos por el frío. Igualmente se recomienda evitar los ahumados y salazones.

1 comentarios :

Buen dia, mi esposo tiene cancer de estomago no lo sabe , tampoco quiere operarse, y esta mostrando sintomas de cansancio su piel de la cara se le ve amarilla y dice que se siente muy lleno aun cuando no coma mucho' le duele mucho la parte alta de la cabeza, su espalda y pecho. por fabor me urge que me digan si esto es parte de la misma enfermedad y que puedo hacer?

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