20 de abril de 2009

Conquista al pez gordo

Posted by Orlando Quevedo On 11:04 Sin Comentarios




Conquista al pez gordo
Para embelesar a tu jefe la táctica es la misma que para conquistar a una chica: se trata de descubrir qué es lo que le pone. Tu misión: no ser sólo un empleado más. Pero ándate con mucho ojo. "Es recomendable desarrollar una relación cercana y favorable con tu superior", asevera María Pérez Gracia, responsable del área de selección de "ICSA Recursos Humanos". "Aunque a veces se puede interpretar el acercamiento más como un deseo de promocionarse que un interés real en la persona", avisa con conocimiento de causa la experta.
Qué hacer: "A no ser que exista un verdadero vínculo personal, lo más recomendable es la prudencia", confirma Pérez Gracia. Charla con tu jefe a la hora del almuerzo o en las pausas y cultiva algún interés común por algo que no tenga que ver con el trabajo (ni siquiera con robar dinero de la empresa...). Luego creáte una "Alerta" en Google (www.google.es/alerts) sobre ese tema y así, para él, te convertirás en una fuente de información de confianza sobre esa cuestión.
Controla tus emociones
Un montón de despidos se deciden según la percepción que tienen los jefes de tus relaciones y de cómo encajas en la organización. Si eres de los que siempre llevan la contraria o se muestran descontentos, no considerarán que contribuyes al grupo, aunque lo hagas. Y si tienes un equipo a tu cargo, contrólate más todavía. "Hay que ofrecer seguridad. Disipar cualquier temor entre los empleados", afirma la directora corporativa de recursos humanos de "Meta4", María José Fraile. "La gente, al sentir que tiene un empleo seguro, trabajará mejor y más concentrada".
Qué hacer: Actualmente, muchos empleados sienten cierta sensación de inseguridad, nerviosismo e incluso estrés ante la posibilidad de perder su puesto", reconoce Pérez Gracia. "Pero también es verdad que las actitudes positivas y, sobre todo, estar dispuesto a arrimar el hombro, es lo que más se valora en estas circunstancias". Si estás estresado, desconecta antes de parecer un exaltado. Discúlpate y vete a dar un paseo, o pospón esa cita para hablar con un superior. Tu objetivo es ser activo y positivo y hacer contribuciones útiles.
Promociónate con discrección
Fardar es malo y puede molestar a cualquiera. Pero seamos honestos: tus superiores tienen que saber lo mucho que has sudado para cerrar ese último negocio. Ahora se trata de que tu jefe premie tu actitud.
Qué hacer: "Cuéntaselo, pero sé modesto. Si un cliente escribe ensalzando tu trabajo, pásale esa nota a tu jefe, pero atribuye el éxito a todo el departamento. "Los buenos profesionales no tienen que hacer propaganda de sus logros", declara María Pérez Gracia. "El equipo ya sabe de sobra quién hace qué". Reconoce tu valor, pero también el de tus compañeros. "Ellos hablarán de tus logros y destacarán tus méritos". Así, tu jefe será capaz de juzgar por sí mismo y quedará impresionado con tu mentalidad de equipo. En la reunión anual, cuantifica tus logros en la cantidad de dinero que has ahorrado, los ingresos que has producido y los clientes que has conservado. Cuando la economía va mal, los jefes únicamente piensan en números. Y habla en plural. "Hacerlo en singular podría desmerecer tu trabajo y dejarte como una persona vanidosa y egocéntrica. Es mejor hablar siempre de consecución de resultados a nivel grupal", aconseja Pérez Gracia.
Diversifica tu labor
Cuantas más teclas toques, más papeles puedes jugar. "Es más fácil que se prescinda antes de alguien que sólo sabe hacer una cosa que de alguien al que sea posible reconvertir", opina Pérez Gracia. "Mejor todavía: que ya esté dispuesto o preparado para otra función dentro de la organización". Si amplías el espectro de tareas que efectúas, aumentará también el reconocimiento por parte de tus jefes.
Qué hacer: Apúntate a equipos con proyectos en los que intervengan varios departamentos. El contacto con personas más allá de tu círculo de trabajo habitual te hará más visible. Intenta ampliar el conocimiento sobre los resortes que mueven tu empresa. "Las personas que conocen el funcionamiento de las empresas son un activo imprescindible. En ese sentido, uno es más valioso cuanto más conocimiento tiene de los entresijos"

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